El divorcio es la disolución del vínculo matrimonial de manera que ser necesario o voluntario. El divorcio tiene una variable que es el divorcio administrativo.
El divorcio voluntario es disolución del vínculo matrimonial por la vía no contenciosa. Esto quiere decir que no hay puntos en conflicto en la pareja que deban ser fijados y resueltos.
El supuesto inicial de los divorcios voluntarios es la existencia de un acuerdo entre la pareja de que ya no es viable ni posible la vida en común. De esto se deriva una serie de acuerdos, como por ejemplo: la disolución de la sociedad conyugal, el régimen de convivencia con los hijos si el matrimonio los tuviera, la pensión alimenticia para el cónyuge que los necesite y para los hijos menores, el reparto de los bienes que hubieren generado juntos y el régimen del matrimonio es mancomunado.
Los beneficios por la vía no contenciosa:
- La pareja no se enfrenta a un proceso traumático y que se puede alargar indefinidamente en el tiempo
- Las secuelas emocionales en los hijos son mucho menores
- El tiempo en comparación con un divorcio necesario es mucho menor.
El Divorcio Administrativo
El divorcio administrativo procede cuando los cónyuges están de acuerdo en divorciarse y no tengan hijos dentro del matrimonio, y de común acuerdo hayan liquidado la sociedad conyugal y si hicieron bienes. Este trámite es sencillo y conviene a las parejas que están conscientes de dar el paso de divorciarse. Este trámite se hace en el registro civil.
El Divorcio Voluntario
El divorcio administrativo, a excepción del voluntario es que en este último caso la pareja tiene hijos dentro del matrimonio y deben presentar un convenio judicial que contemple:
- La guarda y custodia de los menores, la pensión alimenticia para el cónyuge que los necesite y los menores hijos y la forma de pagar estos.
- La disolución de la sociedad conyugal con inventario y avaluó de los bienes.
Esta vía procede a través de un Juez de lo Familiar. Después de admitida la demanda de divorcio voluntario, el Juez ordenara a dos juntas de reconciliación, y si en ella los cónyuges ratifican su deseo de divorciarse, el Juez, posteriormente, dictará sentencia declarando disuelto el vinculo matrimonial.
El tiempo en este segundo caso también es relativamente corto no siendo mucho más largo de apenas unos meses.
Lo recomendable es guiarse por los consejos de un abogado de familia para seguir paso a paso el procedimiento correcto y evitar plazos o sorpresas inesperadas.